La mayor parte de las personas experimentamos malestar con nosotros mismos en algún momento de la vida: muchas situaciones pueden provocar que sintamos nuestra valía personal amenazada. Sin embargo, la baja autoestima es una constante en la vida de muchas personas y no permite que hagan las cosas que en realidad desean, que persigan sus metas personales y profesionales o que se sientan valoradas.
Al referirnos a la autoestima, generalmente nos referimos a la evaluación que cada uno hace sobre sí mismo y los sentimientos que nos provoca ese juicio. Pero es importante saber que la autoestima es una valoración subjetiva y que la gran mayoría de los estudios indican que las personas con alta autoestima no poseen más talento, no son más inteligentes, ni más atractivas, ni superiores en ningún aspecto a las personas con baja autoestima.
A pesar de esto las personas con baja autoestima evalúan peor sus capacidades y es frecuente que los sentimientos que tienen hacia sí mismas cambien dependiendo de la situación: una baja autoestima no quiere decir que uno se sienta constantemente mal consigo mismo. Veamos algunos ejemplos:

Ante circunstancias complicadas (un trabajo demasiado exigente, relaciones personales dañinas, enfermedades o simplemente la sensación de estar estancados, por ejemplo), cosas que antes parecían triviales, empiezan a influir en la persona y a causar sentimientos de vulnerabilidad. Se sacan conclusiones como “no sirvo para nada”, “todo me va mal”, “no merezco la pena”, etc. En realidad, estas conclusiones son irracionales, pero que se piensan y se sienten como verdaderas, y además tienen una importante repercusión en las emociones y en cómo actuamos.
El malestar puede llegar a ser tan intenso que a veces uno intenta mitigarlo a través de estrategias perjudiciales: involucrarse en relaciones tóxicas, tener comportamientos agresivos, rumiar pensamientos, aislarse, rehuir responsabilidades, abusar de sustancias, etc.
Sin embargo, existe solución. Como no todas las personas con baja (o alta) autoestima son iguales es necesario conocerse y descubrir qué se ha de abordar para mejorar la calidad de vida, estar a gusto con uno mismo y reconocer el valor de ser alguien único; algo esencial para llevar una vida feliz.
Si quieres saber sobre la autoestima y su tratamiento, lee esta entrada.
Referencias
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Greenier, K. D., Kernis, M. H., y Waschull, S. B. (1995). Not all high (or low) self-esteem people are the same. In Efficacy, agency, and self-esteem (pp. 51-71). Springer US.
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