Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) son enfermedades, en ocasiones crónicas y/o mortales, que se caracterizan por alterar de manera grave los hábitos de alimentación de las personas. Aunque a menudo se pueda pensar que el que los sufre decide vivir así por cuestión de presiones sociales o por estética, los TCA son enfermedades mucho más complejas que no responden a una moda y que por supuesto no son elección o voluntad de la persona enferma.

A pesar de que las más conocidas popularmente son la anorexia nerviosa (AN) y la bulimia nerviosa (BN), bajo el epígrafe de TCA y según el DSM 5 (quinta edición del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales), se engloban varias enfermedades.

Algunos datos sobre estas enfermedades:

  • En España la prevalencia de los TCA es de un 4.1- 6.41%
  • Son la tercera enfermedad crónica más común entre mujeres adolescentes
  • Se estima que un 20% de las mujeres tiene un TCA sin diagnosticar
  • Los TCA son claramente más predominantes en las mujeres, lo que hace que los hombres con trastornos de alimentación sufran un doble estigma.

Causas de los Trastornos de la Conducta Alimentaria

La causa del origen de los depende de varios factores, o lo que es lo mismo, es multifactorial. Pero se conoce poco sobre estos factores y sobre cómo interactuan entre sí.

Hay ciertos factores que se consideran de riesgo y que favorecen que los TCA aparezcan y son de naturaleza:

  1. Biológica (genéticos y hormonales)
  2. Psicológica (baja autoestima, malestar emocional, evitación ansiosa, etc.)
  3. Social (dificultades interpersonales, presiones sobre el peso)

Si quieres más información puedes leer esta revisión sobre los factores de riesgo.

Tratamiento de los TCA

Existen varias opciones de tratamiento para las personas que sufren un TCA. Una vez se ha realizado el diagnóstico, es necesario evaluar la opción más adecuada, siempre desde un enfoque que abarque todas las disciplinas (medicina general – o adolescente si es el caso-, nutrición y dietética, psiquiatría y psicología). A pesar de ser trastornos psiquiátricos, el estado de salud física en que se encuentra la persona es prioritario. Independientemente del tipo de tratamiento que se elija, el objetivo es lograr y mantener un estado de salud óptimo psicológica y físicamente.

Para la intervención psicológica se realiza una formulación clínica de cada caso, se diseña un tratamiento a la medida de las necesidades del usuario y se organizan las sesiones en módulos.

El tratamiento que se ofrece en la consulta se basa en un enfoque integrador, dando especial importancia al análisis funcional del usuario para poder explicar el origen y mantenimiento del trastorno, teniendo en cuenta sus características y rasgos de personalidad, de las relaciones interpersonales y sociales, posibles casos de trauma psicológico, etc. basado en los descubrimientos e investigaciones más recientes en el ámbito de la psicología clínica y la neurociencia.

Debido a la baja efectividad de los tratamientos en casos de AN y BN (con un porcentaje de remisión del 45-50%) se trabaja a través de la entrevista motivacional, comprendiendo que el cambio no tendrá lugar hasta que el usuario esté motivado y sea impulsor de que suceda.

El Papel de la Familia en el Tratamiento

En la actualidad se valora el papel de la familia como un recurso  y un elemento de apoyo en la intervención. Las principales guías internacionales de práctica clínica recomiendan la inclusión de los familiares en el tratamiento de los TCA en niños y adolescentes, pudiendo ser este enfoque beneficioso también en casos de adultos. La Guía Nacional Sanitaria que se refiere al territorio español, sigue estas mismas pautas: la evidencia respalda la utilidad de intervenciones familiares en cuanto a la mejora de la calidad de vida de los familiares y en el beneficio a los usuarios.

Otros Datos Estadísticos de Interés

  • Estudios recientes estiman que la duración media de la AN son 8 años y de la BN 5 años
  • Un 45-50% de los pacientes se recuperan, un 20% experimentan mejoría pero manteniendo síntomas que les hace vulnerables a recaídas y un 25-30% se consideran crónicos
  • La anorexia nerviosa presenta una tasa de mortalidad superior a cualquier otra enfermedad mental (4%, tras 20 años de evolución 18%)
  • Las personas con un TCA tienen una alta probabilidad de sufrir otro tipo de trastorno mental, siendo los más comunes depresión, ansiedad, abuso de sustancias y trastorno de la personalidad

Referencias

1. Eating Disorders Victoria. Classifying eating disorders – DSM-5. Disponible en https://www.eatingdisorders.org.au [fecha de acceso 7 de Agosto 2017].

2. Rojo L, Livianos L, Conesa L, García A, Domínguez A, Rodrigo G, et al. Epidemiology and risk factors of eating disorders: a two-stage epidemiologic study in a Spanish population aged 12-18 years. Int J Eat Disord. 2003;34(3):281-91.

3. Rodríguez-Cano T, Beato-Fernández L, Belmonte-Llario A. New contributions to the prevalence of eating disorders in Spanish adolescents: detection of false negatives. Eur Psychiatry. 2005;20(2):173-8.

4. Peláez Fernández MA, Labrador FJ, Raich RM. Prevalence of eating disorders among adolescent and young adult scholastic population in the region of Madrid (Spain). J Psychosom Res. 2007;62(6):681-90.

5. Morandé G, Casas J. Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes. Anorexia nerviosa, bulimia y cuadros afines. Pediatr Integral. 1997;3(2):243-60.

6. Morandé G, Celada J, Casas JJ. Prevalence of eating disorders in a Spanish school-age population. J Adolesc Health. 1999;24(3):212-9.

7. Ruiz P,Alonso J,Velilla J, Lobo A, Martín A, Paumard C, et al. Estudio de prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes de Zaragoza. Rev Psiquiatr Infanto Juv. 1998;3:148-62.

8. Pérez-Gaspar M, Gual P, de Irala-Estévez J, Martínez-González MA, Lahortiga F, Cervera S. Prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria en las adolescentes navarras. Med Clin (Barc). 2000;114(13):481-6.

9. Arrufat F. Prevalencia de trastornos de la conducta alimentaria en la población adolescente de la comarca de Osona [tesis doctoral]. Barcelona: Universidad de Barcelona; 2006.

10. Olesti M, Piñol JL, Martín N, De la Fuente M, Riera A, Bofarull JMª, et al. Prevalencia de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros TCA en adolescentes femeninas de Reus. An Pediatr (Barc). 2008;68(1):18-23.

11. López C, Treasure J. Trastornos de la conducta alimentaria en adolescentes: Descripción y manejo. Rev Méd Clín Las Condes, 2011; 22(1), 85-97.

12. The National Eating Disorders Collaboration. Eating disorders in AustraliaSydney: NEDC; 2012.

13. NEDA. Research on Men and Eating Disorders. Disponible en [Link] [fecha de acceso 20 de Agosto 2017].

14. National Institute for Clinical Excellence. Eating disorders: Core interventions in the treatment and management of anorexia nervosa, bulimia nervosa and related eating disorders. London: NICE; 2004

15. Portela de Santana ML, da Costa Ribeiro Junior H, Mora Giral M, Raich RMª. La epidemiología y los factores de riesgo de los trastornos alimentarios en la adolescencia: una revisión. Nutr Hosp. 2012;  27( 2 ): 391-401. Disponible en: http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0212-16112012000200008&lng=es

16. Schmidt U, Treasure J. (2006). Anorexia nervosa: valued and visible. A cognitive-Interpersonal maintenance model and its implications for research and practice. Brit J Clin Psychology. 2006; 45(3):343-36

17. Treasure J, Schmidt U. The cognitive-interpersonal maintenance model of anorexia nervosa revisited: A summary of the evidence for cognitive, socio-emotional and interpersonal predisposing and perpetuating factors. J Eat Disord. 2013; 1(13). doi: 10.1186/2050-2974-1-13

18. Sagardoy R, Solórzano G, Morales C, Kassem M, Codesal R, Blanco A, Morales L. Procesamiento emocional en pacientes TCA adultas vs. adolescentes. Reconocimiento y regulación emocional. Clín Salud, 2014; 25(1):19-37.

19. Loeb K, Le Grange D, Lock J. Family therapy for the adolescent eating and weight disorders: New applications. Hove, East Sussex; New York, NY: Routledge; 2015

20. APA. Guideline watch (august 2012): Practice guideline for the treatment of patients with eating disorders (3a ed). [Link]

21. Agencia  de  Calidad  del  Sistema  Nacional  de  Salud. Guía  de  práctica  clínica  (GPC)  sobre la prevención y el tratamiento de la obesidad infanto-juvenil. Ministerio de Sanidad y Política Social. Madrid; 2009.

22. Vos T, et al. The burden of mental disorders in Victoria. Social Psychiatry Psychiatric Epidemiology. 2001;36:53–62.

23. Sullivan, P. Am J Psychiatry. 1995;152(7): 10731074.

24. Kaye W, Bulik C, Thorton L, Barbarich N, Masters K.. Comorbidity of anxiety disorders with anorexia and bulimia nervosa. Am J Psychiatry, 2004;161(12): 2215-2221.

25.  The National Eating Disorders Collaboration. Eating disorders: The way forward: An Australian national framework. Sydney: NEDC; 2010.

26. The National Eating Disorders Collaboration. An integrated response to complexity – National eating disorders framework. Sydney: NEDC; 2012.

27.Herzog D, Keller M, Sacks N, Yeh C, Lavori P. Psychiatric comorbidity in treatment-seaking anorexics and bulimics. J Am Acad Adol Psychiatry. 1992: 31(5):810-818